domingo, 16 de agosto de 2015

Dislexia por Roy Alvarado


Concepto de dislexia

El disléxico se caracteriza por tener un rendimiento lector más bajo que sus pares con respecto de la edad biológica y escolar, así como de sus habilidades  Dichas alteraciones interfieren significativamente el rendimiento académico o ciertas actividades de la vida cotidiana que requieren habilidades de lectura. En los sujetos con trastorno de lectura, la lectura oral como la silenciosa se caracteriza por lentitud y errores en la comprensión.  

Las alteraciones en la lectura coexisten en muchos casos con las dificultades en la escritura, ya sean problemas en la organización gramatical (disortografía) o en la ejecución motora (disgrafía). Los niños con dislexia suelen tener antecedentes de trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje. Suele además complicarse el trastorno con el fracaso escolar, la falta de asistencia a la escuela y problemas de adaptación social. 

En las fases tempranas del trastorno se puede manifestar por dificultades en recitar el alfabeto, para hacer rimas simples, para denominar las letras o para hacer rimas simples, para denominar las letras o para analizar o catalogar los sonidos. Posteriormente puede manifestarse por omisiones, sustituciones, distorsiones o adiciones de palabras o partes de palabras, lentitud, falsos arranques, largas vacilaciones o pérdidas del sitio del texto en el que se estaba leyendo, inversiones de palabras en frases o de letras dentro de palabras. También pueden aparecer déficits en la comprensión como una incapacidad de recordar lo leído, incapacidad de extraer conclusiones o inferencias del material leído. 

Es habitual que al final de la infancia y en la vida adulta las dificultades ortográficas sean más importantes que las de lectura. Es posible que los problemas en las lectura y ortográficos sean frutos de un deterioro en las capacidad del análisis fonológico. Durante el período escolar son también frecuentes problemas emocionales y de conducta. También son habituales una baja autoestima y problemas de adaptación escolar y con los compañeros. 

Como cualquier otro transtorno que afecte al aprendizaje se debe tomar en cuenta en el proceso educativo, adecuando el mismo a las características del educando que presente dislexia.  Esta condición no es esporádica, las estadísticas muestran que un porcentaje representativo de los niños en edad escolar, en su día a día luchan con la dislexia para avanzar en sus estudios.

“Cerca del 10% de la población mundial padece el trastorno, lo que significa que en nuestro país hay unos 450.000 disléxicos y esto se refleja en las aulas.

Según el Departamento de Análisis Estadístico del Ministerio de Educación Pública, la dislexia es responsable del 25% de los casos de fracaso escolar y está detrás de la mayoría de las 112.142 adecuaciones curriculares no significativas que se aplican cada año en escuelas y colegios.” (Schumacher, 2009)

De esta población de 450 000 personas en el país con dislexia, podrían estimarse en las aulas no menos de 100 000 mil en edad escolar, lo que lleva a la trascendencia de la situación

Prevención y detección de la dislexia.



Consecuencia de la dislexia en la escuela

En el aula la dislexia se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de la lectoescritura, las peculiaridades que se dan cuando consigue iniciar el aprendizaje, la lentitud, la tendencia al deletreo, la escasa comprensión lectora debida a la falta de ritmo, la ausencia de puntuación. A medida que los cursos pasan, los problemas se agudizan, ya que el trabajo escolar en general se basa en las habilidades que el niño no tiene y se retrasa progresivamente. Así, la dificultad lectora, la escasez de comprensión, llevan a los malos resultados escolares, baja autoestima, actitudes de desgana y conductas en ocasiones disruptivas, perturbadoras del buen funcionamiento del clima del aula. 

Ocurre con  gran frecuencia que al niño se le tacha de vago, distraído y se atribuye a estas características su mal funcionamiento escolar, presionándole para que trabaje, atienda, y de alguna manera menospreciándolo por su incapacidad para aprender. 

Hay que tener en cuenta que la realidad es justo al revés, ya que el hecho de que sea distraído se debe porque es disléxico y si bien es una dificultad para el aprendizaje, no es algo que el niño pueda controlar voluntariamente.

La dislexia se presenta en muchos grados, desde pequeños problemas superables en breve plazo, hasta una dificultad que se arrastra de por vida y que se aproxima como un continuo hacia la disfaxia, que es un problema más grave y profundo de todas las áreas del lenguaje. De cualquier modo, con la iniciación del tratamiento con suficiente precocidad se suele derivar en resultados positivos y una mejora en el rendimiento escolar. La mayor o menor efectividad va a depender de factores tales como la profundidad del trastorno, el nivel de motivación, de la familia y el profesorado, el adecuado diagnóstico y tratamiento, duración y seguimiento del trabajo. 

Algunos de los factores que pueden presentar los niños con dislexia de acuerdo con la edad son los siguientes:

Niños entre 3 y 6 años • Historia familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos, otros familiares)• Retraso en aprender a hablar con claridad. • Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética. • Falta de habilidad para recordar el nombre de serie de cosas, por ejemplo los colores. • Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial. • Alternancia de días “buenos” y “malos” en el trabajo escolar, sin razón aparente. • Aptitud para la construcción y los objetos “técnicos” (mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia.), juegos de bloques, lego,etc. • Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar. • Dificultades con las palabras rimadas. • Dificultades con las secuencias 



Niños hasta 9 años • Particular dificultad para aprender a leer y escribir. • Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada. • Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha. • Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año. • Falta de atención y de concentración. • Frustración, posible inicio de problemas de conducta. 

Niños entre 9 y 12 años • Continuos errores en la lectura, lagunas en comprensión lectora. • Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas. • Desorganización en casa y en la escuela. • Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno. • Dificultad para seguir instrucciones orales. • Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración. • Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso. • Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención, inmadurez. 

Niños de 12 años en adelante • Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible. • Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior. • Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general. • Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono. • Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras. • Baja auto-estima.

• Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones. • Baja comprensión lectora. • Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión. • Aversión a la lectura y la escritura. 

Causas de los trastornos de la dislexia.

Una de las razones puede deberse a nivel neurológico, que se refiere a la manera en que el cerebro procesa la información y cómo se diferencian los disléxicos en este campo. 

En general, se admite que el hemisferio cerebral izquierdo tiene una implicación directa en el aprendizaje de estas habilidades. Así una inmadurez de desarrollo produciría estos problemas.

La dislexia puede incluir esta categorización:

  • Dislexia profunda o fonémica. En ella se aprecian errores de tipo semántico, dificultad para comprender el significado de las palabras, con adición de prefijos y sufijos, mayor facilidad para las palabras de contenido que para las de función.

  • Dislexia fonológica,  que comenten menos errores que los profundos.



  • Dislexia superficial, tienen dificultades dependiendo de la longitud y complicación de las palabras, como les pasa a tantos niños disléxicos. Este enfoque sirve sobre todo para ver todas las implicaciones y vías que se usan en el proceso de lecto-escritura, como la vía auditiva y la vía visual, que dan diversos problemas que en los niños se estructuran de modo distinto que en los adultos, y en cada grupo de edad de niños también varían los síntomas como hemos visto, por el uso de diversas vías de acceso a la tarea lecto-escritora. 



Es recomendable no crear confusión entre la disfunción cerebral mínima y la dislexia evolutiva. Si bien muchos niños con problemas de motora y capacidad de raciocinio no acorde a su edad, presentan dislexia, no todos los que tienen problemas de tipo psicomotriz presentan dislexia. Igualmente, aunque la mayoría de los disléxicos presentan algunos de estos problemas, no todos los presentan, ni los presentan todos ni en igual medida.   Así mismo, no todos los infantes en edades tempranas con problemas del habla, han de tener dislexia.

Hay estudios que diferencian a la dislexia, según el hemisferio cebreral, así por ejemplo; la denominada dislexia viso-espacial, presenta áreas de las descritas en el hemisferio derecho, mientras que la dislexia de tipo analítico, secuencial y fonológico presenta la alteración en el hemisferio izquierdo. 

El tema de la lateralidad se suele asociar a la dislexia. Las dificultades de lateralización pueden hacer difícil aprender bien la lectura por las letras que se diferencian por su orientación lateral. De los estudios realizados parece que alguna forma de lateralidad mixta o cruzada parece asociada a la dislexia, especialmente en poblaciones clínicas, pero aún no están claros los mecanismos que operan. Lo más probable parece ser que la lateralidad cruzada genere en algunos casos confusión direccional, dificultades de barrido visual y puede afectar a la integración hemisférica. 

Las hipótesis de tipo cognitivo se ocupan de procesos que implican representaciones internas, a nivel del pensamiento, la memoria, la percepción y el lenguaje y cada uno de sus subcomponentes.

Hay investigaciones sobre la memoria a corto plazo y su influencia en la lecto-escritura. No se aprecian dificultades en la memoria a largo plazo, ya que son capaces de aprender y recordar lo aprendido. Lo que se ha detectado es una cierta debilidad de la memoria a corto plazo, particularmente la memoria serial y secuencial y la codificación auditivo-verbal, por lo que usan más los códigos de acceso visual.

En los estudios sobre las dificultades específicamente verbales se ve que el problema no es conceptual, como hemos dicho en otro momento, ya que los niños tienen una buena inteligencia, sino que el problema aparece al abstraer y generalizar la información verbal en tareas tales como la transferencia de información y es un sutil déficit del lenguaje que dificulta la integración de visual a verbal. 

Los estudios basados en los aspectos fonológicos parecen avalar que los dixléxicos son sutilmente disfásicos. Y nuevamente se afirma que las dificultades se relacionan con la traducción de la información visual a verbal en la memoria a corto plazo. 





Los factores sintácticos, semánticos y léxicos, funciones lingüísticas de orden superior, al ser analizados en los disléxicos nos proporcionan datos que nos indican que esos niños son inferiores en el uso de la morfología estructural y que hacen poco uso de los rasgos suprasegmentarios, como el tono, el acento,…pasando por alto importantes señales lingüísticas que a los demás nos ayudan a la comprensión del texto. Parece haber pruebas de la existencia de ciertas dificultades en el procesamiento sintáctico y semántico en los niños disléxicos, pero estas no parecen demasiado graves. 

El niño disléxico presenta características de personalidad que a veces se atribuyen a otra cosa, pero que tienen que ver con su problema de aprendizaje, a veces como causa y otra como consecuencia. Así es característico que destaquen niños por:

a)  La falta de atención: Debido al esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una atención inestable y poco continuada. Por esta causa, los aprendizajes de lectura y escritura les resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ninguna motivación que atraiga su atención.

b) Desinterés por el estudio , en especial cuando se da un medio familiar y/o escolar poco estimulantes. Sus calificaciones escolares son bajas y con frecuencia son marginados del grupo y llegan a ser considerados (y a considerarse a sí mismos) como niños con retraso intelectual. La posición de la familia y con harta frecuencia, de los profesores es creer que el niño tiene un mero retraso evolutivo (o intelectual en casos extremos) o bien, lo más frecuente, que es un vago, lo que se le reprocha continuamente, con consecuencias funestas para la personalidad del niño, que se rebela frente a la calificación con conductas disruptivas para llamar la atención o se hunde en una inhibición y pesimismo cercanos a la depresión. Se producen a veces también mecanismos compensatorios como se describen a continuación.

c) Inadaptación personal. Es frecuente encontrar en los niños disléxicos una serie de rasgos que denotan cierto desajuste emocional, que en estudios realizados y en la práctica aparecen tres rasgos característicos: sentimiento de inseguridad, compensado por una cierta vanidad y falsa seguridad en sí mismos y en ocasiones terquedad para entrar en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos. 



Manifestación en el campo escolar.

Preescolares (niños de 3 a 5 años) · Desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla con dificultades para articular o pronunciar palabras. · Torpeza al correr, saltar y brincar. · Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas · Falta de atención y aumento de la actividad e impulsividad. · Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre o cremallera. · Retraso para memorizar los números, el abecedario, los días de la semana, los colores y las formas. · Falta de control y manejo el lápiz y de las tijeras. · Aparición de conductas problemáticas en sus habilidades sociales.

Escolares (niños de 6 a 11 años) · Invierte letras, números y palabras. · Confunde el orden de las letras dentro de las palabras. · Dificultad para conectar letras y sonidos y en descifrar las palabras aprendidas. · Confunde derecha e izquierda y escribe en espejo. · No completa una serie de instrucciones verbales. · Presenta dificultad en la pronunciación de palabras, invirtiendo, sustituyendo o invirtiendo sílabas. · Traspone las letras, cambia el orden e invierte números. · Su comprensión lectora es pobre. · No toma o agarra bien el lápiz. · Su coordinación motora es pobre, se confunde con facilidad y es propenso a accidentes. · Es lento para recordar información. · Su trastorno en la coordinación motora fina le da mala letra y pobre caligrafía. · Tiene problemas acerca del tiempo y no logra saber la hora, día, mes y año. · No logra escribir pensamientos, ni organizarlos; su gramática y ortografía son deficitarias. · Muestra dificultad en el aprendizaje de conceptos numéricos básicos y no puede aplicarlos en cálculos o en la resolución de problemas.

De 12 años en adelante · Tiene problemas de concentración cuando lee o escribe. · Falla en la memoria inmediata, no recordando lo leído por su dificultad con la comprensión de la lectura, el lenguaje escrito o las destrezas matemáticas. · Interpreta mal la información, por su falta de comprensión de conceptos abstractos y porque lee mal. · Muestra dificultades en organizar el espacio, sus materiales de trabajo y sus pensamientos al escribir o al hablar. · No logra planificar su tiempo ni tiene estrategias para terminar a tiempo sus tareas. · Trabaja con lentitud y no se adapta a ambientes nuevos. · No funcionan sus habilidades sociales y no logra hacer amigos ni entender las discusiones. · Finalmente evita leer, escribir y las matemáticas, tendiendo a bloquearse emocionalmente.      

 

Diagnóstico de la dislexia.       

Diagnóstico psicométrico tradicional. Este tipo de diagnóstico lo único que permite conocer es si un individuo tiene un nivel semejante, inferior o superior, o bien unos rasgos psicológicos iguales o diferentes a lo que se supone que se corresponde con el promedio de los individuos de su grupo de edad y condición sociocultural.

Diagnóstico conductual. El objetivo fundamental de la evaluación conductual es identificar las condiciones que controlan las conductas-problema.  En ella se requiere la utilización de datos objetivos, fiables y válidos presentados de forma cuantitativa y cualitativa, tomados preferentemente de la situación natural en que se encuentra el individuo.

Esta modalidad de evaluación diagnóstica tiene un papel muy relevante el empleo de la observación como técnica de análisis de los comportamientos del niño en situaciones reales a las que se desean evaluar (es decir, si se trata de evaluar dificultades de lectura, hay que observar al niño leyendo), bien valiéndose de cuestionarios cerrados, bien de cuestionarios abiertos. 





Principales pruebas diagnósticas.  

Estas deben integrar todo, el desarrollo de habilidades, la motora fina, los aspectos de conducta y cognitivos y aspectos físicos que puedan afectar el desarrollo lecto-escritor.  Por tanto, se deben aplicar pruebas para descartar:

- Defectos de visión

- Defectos de la audición

- Un C.I. por debajo de lo normal

- La existencia de una perturbación emocional primaria

- Que el problema sea debido a mera falta de instrucción.

- Que haya problemas de salud graves que afecten directamente el aprendizaje

- Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables y que puedan afectar al área del lenguaje.

- Que pueda darse el diagnóstico de algún retraso grave de desarrollo.

-Condiciones de herencia de alteraciones físicas y mentales.

-La lateralidad cruzada o no definida.

Se pueden aplicar las siguientes pruebas:

El WISC (Escala de inteligencia de Wechsler para niños) es el test de inteligencia más utilizado, por la amplia información que proporcionan sus subtests y la posibilidad de establecer un perfil, que si bien se discute su utilidad, al menos permite conocer detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de dicho funcionamiento cognitivo. 

 El T.A.L.E., (Test de Análisis de Lectura y Escritura), que permite una análisis detallado por niveles de edad y escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas y modos de la lecto-escritura: letras, sílabas, lecturas, comprensión lectora, dictado, copiado.  

Si se considera necesario por la mayor incidencia de problemas de lenguaje, se puede utilizar el ITPA (El test Illinois de Aptitudes Psicolingüísticas)  

El aspecto psicomotriz se puede ver mediante las pruebas de Mira-Stambak y el área de integración mediante el test Gestáltico-Visomotor de Lauretta Bender.  

Las pruebas de Dígitos, Información, Aritmética y la de Claves están asociadas a los problemas de dislexia, los niños con este problema puntúan bajo en ellas por cuanto las habilidades que se exigen en ellas tienen que ver con la memoria a corto plazo. 


Estas pruebas anteriores deben ser aplicadas por médicos especialistas en el campo de la salud física y los del área psicopedagógica.  Sin embargo, el docente juega un papel importante en este proceso dado que puede en el aula detectar una posible dislexia con algunas actividades cotidianas tales como:

-Ponerlo a leer o narrar acontecimientos que le hayan ocurrido. Se podrá medir generalmente la coherencia entre las ideas y oraciones que argumenta. La velocidad con que narra, si pausa mucho o se expresa con agilidad.  El vocabulario empleado entre otros.  

-Solicitando al niño que escriba el acontecimiento que narra para evidenciar el tiempo de la escritura, la caligrafía, ortografía, el ordenamiento semántico, el tamaño de la letra entre otros aspectos.



Intervención terapéutica en la dislexia.

Si bien sus necesidades particulares deberán ser atendidas por un profesional especializado en dislexia, le será muy útil la aplicación de las siguientes estrategias en el aula para que él pueda aprender:

· Tener bien claro lo que usted espera del niño, aceptando que haga preguntas durante las lecciones y asegurándose si ha entendido las instrucciones.

· Comprobar que el entorno sea estructurado, previsible y ordenado, ya que los niños con dificultades disléxicos responden mejor cuando se dan ciertas premisas.

· Aceptar y admitir que su alumno tardará más tiempo en aprender y que se cansará más rápidamente que los demás niños.

· Asegurarse que las instrucciones y explicaciones que le ha transmitido sean claras, de acuerdo al ritmo del niño y volviendo a repetirlas las veces que sean necesarias.

· No utilizar jamás amenazas, ni súplicas o castigos para que mejore su rendimiento escolar, pues el niño no responderá y tendrá efectos negativos sobre su autoestima, su rendimiento y su confianza en usted.

· Es altamente positivo, por el contrario, elogiar las capacidades del niño, sus fortalezas y sobre todo su esfuerzo y su coraje para enfrentar su dislexia, sin olvidar el dolor psíquico que ésta le produce.

Sugerencias didácticas para el alumno disléxico

 · Enseñanza basada en métodos multisensoriales, es decir aquellos que utilizan el tacto, el movimiento y el color como canal de aprendizaje, además de la vista y el oído.

 · Adaptar el programa de estudio a las necesidades del niño.

· Establecer un equipo con el niño y sus padres, para ayudarlo y acompañarlo en su dislexia.

· No permitir que los compañeros se burlen del niño y explicarles lo que es la dislexia.

· Animarlo siempre y elogiarlo por sus talentos y aptitudes, evitando ponerlo en situaciones en las que fracasará.

· Favorecer el aprendizaje utilizando métodos basados en las facultades auditivas, visuales, táctiles y del movimiento, cuando su nivel académico corresponda al inicio escolar.

· A medida que el niño aprenda palabras, se hace necesario el conocimiento de un código que relacione las combinaciones de las letras con los sonidos de las mismas. De esta forma el alumno logrará establecer una correspondencia entre grafemas y fonemas (pequeñas unidades sonoras en que descomponemos las palabras).

· Por la vía ortográfica y la identificación de las palabras, recurrirá el niño a las secuencias con significado (morfemas) que tiene almacenadas en su cerebro.

 · Reforzar la memoria a corto plazo y a largo plazo, favoreciendo así el almacenamiento de la información y el acceso a la misma.

· Utilizar la técnica de “sobre-aprendizaje” o la repetición intensiva para reforzar la nueva información que recibe el niño. · No olvidar darle copia de apuntes de lecciones y lista de lecturas obligatorias. · Recordar minimizar los deberes sobre todo de lectura y escritura por el sobreesfuerzo que le representa al niño.

· Evitarle leer delante del grupo y valorarlo por sus esfuerzos, puesto que no es posible la comparación con los demás niños.

 · Favorecer la utilización de ordenadores para escribir los textos y utilizar procesadores, correctores ortográficos y otras tecnologías disponibles.

· Durante los exámenes brindarle al alumno disléxico tiempo suplementario y períodos de descanso, permitiendo el uso de ordenadores portátiles o pizarras digitales si los hubiere.

Definiciones importantes
Discalculia: es un trastorno específico de las capacidades para aprender matemáticas.
Dislexia: Trastorno en la capacidad de leer por la que se confunde el orden de las letras, silabas o palabras.
Dislexia con alteraciones fundamentalmente viso-espaciales y motrices: aquellas cuyas características son: escritura en espejo, torpeza  motriz y disgrafía.
Dislalia: dificultad de articular las palabras y que es debido a malformaciones o defectos en los órganos.
Predislexia: Posible predisposición a que aparezca el trastorno de la dislexia o indicios que hacen temer que se vaya a producir el problema.
Trastornos de la coordinación: se define como un rendimiento inadecuado en coordinación motriz, por debajo de la edad cronológica del sujeto o de su capacidad intelectual, que interfiere en su rendimiento académico y las actividades cotidianas de la vida diaria.
Trastorno de la escritura: Asociado claramente al trastorno de lectura, la alteración escritora se manifiesta principalmente por una dificultad altamente significativa en la integración de la ortografía natural y arbitraria, dificultades en la estructuración sintáctica y de acceso al léxico.


BIBLIOGRAFIA

http://www.fedis.org/mod/resource/index.php?id=1
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WWW.myblog.es/dislexiajaen
www.eliceo.com/files/2008/03/dislexia1.jpg
http://www.espaciologopedico.com/
http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/marzo/11/aldea1900971.html
http://dim.pangea.org/revistaDIM/dislexia2.pdf
http://www.psicologiavalencia.net/marnavas/archivos/422
http://www.isep.es/wp-content/uploads/2014/03/Un-Estudio-Sobre-La-Recuperacion-De-La-Dislexia.pdf





























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